Esta tarde he estado investigando un poco sobre Tenerife. Es curioso descubrir que, como en el caso de Punta Cana,, Tenerife fué en origen una región humilde y dedicada a actividades primarias, en este caso al cultivo de su archiconocido plátano. Pero en las últimas décadas la evolución de Tenerife ha sido notable, ha pasado de un sistema de vida tradicional a los nuevos modos de vida y consumo europeos, particularmente desde la década de 1960, aunando una nueva industria capaz de acoger a millones de turistas cada año con el desarrollo de la cultura local. Durante las últimas décadas la progresión del ladrillo ha llegado a ser apabullante, complejos hoteleros y lugares de ocio han tomado el espacio anteriormente ocupado por pequeñas casas y zonas de cultivo y pesca, por lo que muchas partes de la isla están altamente urbanizadas.


A pesar de pertenecer a la Unión Europea, Tenerife o Teneriffa permanece fuera del área de influencia de las tasas de aduanas y de la aplicación IVA que se manejan en la península. Además, la fabricación de bienes como el tabaco y el alcohol es mucho más barata que en otras partes de Europa, lo que no deja de ser una muy buena noticia para todos los que como yo, adoramos la vida relajada.

La inmensa mayoría del turisteo de juventud pasa el rato en la parte sur de Tenerife, y los turistas más familiares y tranquilos eligen Puerto de La Cruz y sus alrededores. En el lado sur hay un verano bastante potente, con poco o nada de viento, con una playa y un clima casi perfecto durante gran parte del año, aunque han habido casos raros de fresco a frío en el período enero y febrero. De todas formas también tenemos algunos días bastante húmedos para esa época del año, aunque la mayoría de los días seguirá luciendo el sol.

Los turistas británicos están de enhorabuena, pues hay un montón de hoteles, actividades y comida y bebida adaptadas a su gusto.

En el lado norte de la isla de Tenerife se encuentran zonas que rebosan cultura local. El clima fluctúa un poco más, pero es también muy agradable, aunque no tan caliente como al sur.
Entre el norte y el sur de la isla se encuentra el pico más alto de España, un antiguo volcán que ahora está casi inactivo. El espectacular volcán del Teide se eleva a 3.718m sobre el nivel del mar.
Hace años se permitían hacer visitas a la zona del cráter, pero es una opción actualmente descartada por razones de seguridad.
La moneda local de Tenerife es el euro y la mayoría de los lugares aceptan tarjetas de crédito o débito, las cuales requieren chip y PIN, detalle que aporta seguridad aunque sea un engorro para algunos turistas extranjeros. Hay muchas casas de cambio en los principales centros turísticos, pero no en los lugares eminentemente españoles, como en Santa Cruz.

Como veis tenemos opciones de todos los gustos en Tenerife. Ya sea para una escapada romántica, un viaje entre amigos o viajar con la familia, tenemos todo lo que podamos necesitar a nuestra disposición sin hacer demasiado esfuerzo, siempre y cuando excluyamos el esfuerzo económico.


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